Tres mini “trips” hemos hecho en nuestra estancia en Cork:
Kinsale, Midleton y Killarney. Cada uno de ellos ha tenido algo especial, no se puede contar, hay que verlo y vivirlo aquí, de Erasmus, con la gente con la que yo convivo cada día, esta pequeña familia con la que te ríes, lloras, sales de fiesta, bebes, cuentas chistes, haces locuras, cenas, comes…
Cada día nos esperan nuevos retos, nuevas habladurías, nuevas sorpresas, nuevas noticias… la gente hace sus propias conjeturas… ¿serán verdad? ¿Qué hay de cierto en lo que dices y de falso en lo que escondes? Cada día al despertar, la mayoría de la gente se hace esas preguntas.
Se echa de menos a demasiada gente ya… me sorprendo a mi misma al echar de menos a gente que nunca hubiera imaginado y todo lo contrario, me he dado cuenta de que también hay gente que no me aportaba nada, ni bueno ni malo…
No solo me acuerdo de la gente, sino de todos los momentos que he vivido a lo largo de mi vida, con mis amig@s, familia… en Murcia, El Campello, jugando al voleibol, numerosos campeonatos… recuerdos que hacen que se me ponga en la cara una sonrisa y a la vez una lágrima, curiosidades de la vida…
Aquí hay que repetirse continuamente que vas a ser fuerte, que vas a concentrarte en lo que estás haciendo porque, sin duda, es lo más inteligente del mundo J